La historia del cooperativismo en Canarias ha sido abordada por algunos investigadores, sobre todo del ámbito económico. El agrario, además, ha sido estudiado parcialmente desde una óptica geográfica, no obstante, queda aún mucho por hacer en el terreno de la investigación, particularmente en lo referido a la segunda mitad del siglo XX.
En el Sur de Tenerife, el aislamiento, las malas comunicaciones, los bajos niveles educativos, unido a lo costoso de la producción -adecuación de tierras, construcción de infraestructuras hídricas, adquisición de agua, etc.- agravan la dependencia del pequeño o mediano productor, contemplando la ruina o la miseria como un permanente horizonte.
Los pasos de las primeras cooperativas sureñas fueron tímidos, la falta de experiencia y de recursos condicionaba su futuro, pero salvo excepciones supieron consolidarse, y abrieron el camino a las que vinieron detrás al demostrar su viabilidad.
Esta experiencia cooperativista va a tener sus efectos en Guía de Isora, cuando en 1964 se pone en marcha la que será Cooperativa Agrícola de Guía de Isora. Se inicia así un proyecto que tendrá continuidad, en los años siguientes, con otras experiencias similares en el municipio.
Por ser la primera cooperativa isorana, por haber llegado a convertirse hacia 1995 en la primera cooperativa agrícola de Canarias, la Cooperativa de Guía de Isora, creemos, merece un detenido estudio.
Pretendemos a través de esta investigación, y partiendo de un somero análisis de la situación agraria precedente, conocer sobre su origen, protagonistas, organización, pero también sobre su evolución. Objeto de análisis serán las etapas vividas y las dificultades pasadas, pero también los éxitos, el crecimiento y el desarrollo de sus secciones, sin olvidar las incertidumbres que se ciernen sobre el campo canario, y en particular sobre el proyecto asociativo representado por la Cooperativa Agrícola de Guía de Isora.