Proporcionan al timple un timbre y afinación inigualables, sin perder el sonido tan característico del folklore canario.
"En estas cuerdas conviven en perfecta armonía la tensión, adecuada tanto para el timplista parrandero como para el concertista de timple, la afinación, la potencia y el tacto. Estas cualidades hacen que tocar un instrumento con estas cuerdas sea cómodo y el resultado, óptimo". - Beselch Rodríguez