Cuando apenas contaba con nueve años, Javier presenció el asesinato de sus padres. Fue hallado en estado catatónico junto a los cuerpos del matrimonio, sobre los que correteaba la macabra firma dejada por el autor del crimen: tres pequeños escorpiones de picadura mortal.
Desde entonces, aparenta llevar las riedas de su vida, pero todo es en vano, puesto que sabe que su eterno perseguidor, el Señor Muerte, le acecha, a la espera de que llegue el momento adecuado para acabar con él y zanjar lo que en su momento dejó a medias.
Esta crónica de locura y fobia enterrada en lo más profundo del subconsciente es la nueva obra de Leandro Pinto, escritor cuyo estilo, pese a su juventud, recuerda al de los autores clásicos de la literatura hispana. Una novela que te hará ver el lado más oscuro de la mente humana.
Si hay una cosa que identifica a Leandro Pinto, en lo poco que aún conocemos de su carrera, es su capacidad para cambiar de género sin cambiar su identidad y mantener un estilo propio trabajado y muy literario, lejos del ritmo trapidante y simplón de los best-sellers modernos que buscan el efectismo sobre todas las cosas. Leandro nos ofrece una narración sobria, bebiendo de las fuentes de autores clásicos, como Edgar Allan Poe. Veneno de escorpión concretamente no dejó de recordarme al genio del relato gótico por ese estilo oscuro y tétrico que nos acompaña durante toda la lectura.
Pero aparte de la exquisita técnica, la novela sorprende sobre todo por la gran profundida psicológica de la que está dotado su protagonista, Javier Schultz, alma y epicentro de toda la trama, cuyas desventuras mantienen en vilo al lector hasta el desenlace final.
Veneno de escorpión es una novela directa al estómago, sin florituras ni giros argumentales que te dejen con la boca abierta. En cambio, es un paseo constante y sereno, de estilo exquisito, que te lleva de la mano por donde quiere hasta soltarte en un pantano negro y oscuro. Cuando llegues te preguntarás : ¿cómo he llegado yo hasta aquí? De pronto, te encontrarás en un pequeño armario rodeado de escorpiones.
Esta ha novela ha conseguido lo que no lograba ninguna en muchos años: que cierre el libro por no querer saber qué va a ocurrir a continuación. La inquietud que logra transmitir el autor se me metió en el cuerpo y me llegó directa a la yugular. Tardé un par de horas en reunir ánimo para enfrentarme a lo que tenía que pasar. ¡Y menos mal que lo hice!
No te lleves esta novela a las vacaciones en ese hotel de playa o en ese camping, no. Disfrútala en casa, a media luz en tu rincón favorito. Seguro que no te arrepentirás.
Hoy mismo he sabido que Veneno de escorpión está nominada a mejor novela en la categoría de ficción/fantasía de los II Premios Pandemia de Infectados Blog. ¡Mi voto lo tiene garantizado! ¡Mucha suerte!