Las fascinantes vidas de seis reinas marcadas por la tragedia que no  pudieron elegir su destino y que dejaron una profunda huella en la Historia. Excéntricas, caprichosas, rebeldes, ambiciosas... Más allá de un  mundo de privilegios, riqueza y poder, todas fueron mujeres de carne y  hueso obligadas a llevar sobre sus hombros la pesada carga de un imperio. La vida de estas reinas dista mucho de ser un romántico cuento de hadas.  Aunque infinidad de películas y novelas nos han mostrado el rostro más  amable de su reinado, en general, fueron muy desdichadas. Todas tienen  en común la soledad, el desarraigo, la nostalgia, la falta de amor o el  sufrimiento por no poder dar un heredero al trono. También comparten la  dolorosa pérdida de sus hijos, los fracasos matrimoniales o el sentirse extranjeras en una corte donde no eran bien recibidas. Las suyas no fueron grandes historias de amor porque sus matrimonios  eran un «asunto de Estado». Algunas, como Sissi, fueron emperatrices en  contra de su voluntad y enfermaron de melancolía; otras, como Cristina  de Suecia, escandalizaron con su extravagante comportamiento y sus  ansias de libertad. María Antonieta y Alejandra Romanov comparten un  trágico final, mientras que la reina Victoria de Inglaterra y Eugenia de  Montijo asumieron con extraordinaria dignidad su papel en los momentos más difíciles. A través de los diarios personales y correspondencia familiar, Cristina  Morató nos descubre el lado más humano y menos conocido de unas reinas y  emperatrices, maltratadas por la historia, que no pudieron elegir su destino. Reseña:
«La corona de Francia es una corona de espinas.»
Eugenia de Montijo, emperatriz de los franceses