El asesinato a sangre fría de un famoso abogado estremece a Haro.
Todo hace pensar en un crimen ritual que involucró a más de una persona.
¿Escogieron a la víctima al azar? ¿Quién será el próximo?
El miedo se apodera de la ciudad. ¿Habrá más crímenes? Nadie se siente seguro, y los policías de San Miguel deben detener a los asesinos.
El comisario Ortiz le asigna el caso a Salazar, quien a pesar de los graves problemas que enfrenta, deberá concentrar todos sus esfuerzos en encontrar a los escurridizos criminales.
Para desesperación de Néstor y su nuevo compañero, todas las indagaciones conducen a callejones sin salida. El inspector jefe deberá dejar a un lado sus propias preocupaciones, para resolver la que podría ser su última investigación.