Una niña cuenta la historia del árbol que plantó su abuelo. Un árbol que ella convierte en parte de su vida, en su refugio y, al tiempo, en su lugar de juegos, de encuentros, de apasionantes lecturas, de fantasías y aventuras. De pronto un día descubre que han talado el árbol, su árbol, y todo su mundo se viene abajo. Pero la niña no desespera y halla entonces el mejor de los caminos para reparar la pérdida y aliviar su tristeza, recordando a su abuelo y tratando de seguir su ejemplo.