El 25 de julio de 1936, ocho días después de empezada la Guerra Civil, el cañonero Canalejas arribaba al puerto de Santa Cruz de la Palma, transportando unidades militares y voluntarios falangistas procedentes de Gran Canaria. El desembarco de los sublevados provocó que cientos de partidadrios del gobierno republicano se refugiaran en los montes a la espera de que las autoridades redujeran la rebelión. Se llamó "alzados" y algunos de ellos se mantuvieron ocultos en el interior de la Isla hasta 1946. Sobre ellos cayó la vertiente más dura de la represión ejecutada por el bando franquista. Ésta es su Historia.