El subcomisario Sebastián Orozco es trasladado a la comisaría Norte, la más espartana de la ciudad, enclavada en los restos de un antiguo manicomio y en un barrio conflictivo de Barcelona. Orozco, cuyo horizonte más próximo es la jubilación, se ve forzado a aceptar el nuevo destino.Nada más poner los pies allí un agente es asesinado de forma brutal. Las pesquisas conducen a un callejón sin salida y a la desmoralización de sus hombres