Cada vez es más necesario que los adultos encuentren el equilibrio entre ser demasiado estrictos o excesivamente tolerantes con sus hijos. Esta práctica guía le muestra cómo puede evitar los problemas diarios de la educación sin incurrir en conductas autoritarias: a la hora de vestirse, comer o ir a dormir; cuando su hijo tiene que ordenar la habitación o colaborar en las tareas domésticas y al programar los horarios para ver la televisión o jugar en el ordenador.