Este libro rinde homenaje al futbol, música del cuerpo, fiesta de los ojos, y también denuncia las estructuras de poder de uno de los negocios más lucrativos del mundo. La tecnocracia del deporte profesional-escribe el autor- ha ido imponiendo un futbol de pura velocidad y mucha fuerza, que renuncia a la alegria, atrofia la fantasia y prohibe la osadia. Por suerte todavia aparece en las canchas, aunque sea muy de vez en cuando, algun descarado cara sucia que se sale del libreto y comete el disparate de gambetear a todo el equipo rival, y al juez, y al público de las tribunas, por el puro goce del cuerpo que se lanza a la prohibida aventura de la libertad...