«Aquella noche tenía una cita con una roedora muy especial ¡Patty Spring! Sin embargo, mi amigo Metomentodo me involucró en uno de sus extraños casos. Alguien había robado el célebre cuadro El Triunfo del Tiramisú de la Pinacoteca de Ratonia, y junto con la pintura había desaparecido la mejor restauradora de la Isla de los Ratones. ¡Desenmascarar a los culpables iba a resultar una ardua empresa!»