La intención de este libro es algo tan simple como recordarte que
«La felicidad es un estado emocional que tienes que elegir»
¡Es tan sencillo ser feliz
! Sólo tenemos que practicar ser sencillos, que es lo que nos puede costar un poco más. Pero si tenemos en cuenta que la felicidad depende de nuestras emociones, estaremos en el camino correcto. Porque la felicidad se construye día a día con nuestros pensamientos y con lo que decidimos creer que estamos viendo; que es lo que crea nuestras emociones.
Tenemos que tener en cuenta, que la mayoría de las veces las cosas no son lo que ves, sino lo que crees que estás viendo, en base a tu imaginación y preocupación, o en el peor de los casos, lo que te están pintando otras personas y medios de comunicación bajo su filosofía de ver el mundo.
Si observáramos la felicidad en diferentes personas, podemos descubrir que no depende de sus circunstancias sino de su actitud ante ellas, es decir
«La felicidad no es hacer lo que uno quie-re, sino querer lo que uno hace».
Si quieres ser feliz aprende a disfrutar de las cosas más simples, viviendo cada día intensamente, de instante en instante, porque eso es la vida y no tenemos otro cometido más importante que ser feliz.
Tenemos que partir de la filosofía de que
«La felicidad es la ausencia de búsqueda de la misma; ya que das por hecho que la tienes»
Hay veces que cuanto más corres detrás de algo, más se aleja. Pero en cuanto te relajas y buscas tu paz interior, aparece como por arte de magia.
Revelarse con el mundo o con nuestra situación, nos aleja, y mucho, del camino de la felicidad.
Acepta el momento y entusiásmate en conseguir lo que deseas.
Mi propósito es transmitirte, que la felicidad es tan sencilla como estar en paz contigo y con el mundo que te rodea, es decir, puedes elegir vivir en un mundo lleno de calamidades y de ma-la gente, o puedes elegir vivir en un mundo maravilloso lleno de oportunidades y buena gente.
Por lo tanto si ves uno o ves otro, en los dos casos puedes tener razón, ya que de ti depende cual quieres elegir.
¡¿Estás viendo las flores o las malas hierbas?!
Tenemos que tener claro, que lo bien o mal sólo depende del observador, ya que lo que para unos está bien, para otros puede estar mal.
El secreto está en que te des cuenta que todo depende de cómo te sientas. Si te sien-tes en armonía contigo mismo, es decir, a gusto con lo que piensas y haces, estarás en el camino perfecto hacia la felicidad.
Recuerda que la felicidad es una emoción, y cuando controlas tus emociones y las que te hacen sentir los demás, aceptando y respetando la diver-sidad de opiniones y sus formas de actuar, estarás en el camino correcto para empezar a estar en armonía con el mundo, que es la otra parte funda-mental para la felicidad.
Ten en cuenta que si no has hecho de la aceptación un amigo, una simple palabra mal comprendida o que no aceptes bien, puede echar abajo toda tu moral.
Libérate de esa intención de ir intentando solucionarles la vida a los demás. Piensa que ellos también pueden solucionar y resolver sus problemas a su manera.
Seguro que en alguna ocasión, te habrás dado cuenta de la pésima calidad de vida, que tienen las personas que quieren llevar el mundo a cuestas ellos solos.
Recuerda que venimos a disfrutar experimentando, y el querer controlarlo todo no ayuda en nada.
«Ten en cuenta que sin ti
la tierra seguirá su curso»
Hay que estar en armonía con nosotros y el mundo, sintiéndonos en paz y en sintonía con el entorno. Ten en cuenta que nuestra vida se va desarrollando, en base a lo que estamos sintiendo, ya que somos energía.
Me explicaré mejor
Todo nuestro cuerpo produce y está lleno de energía. Nuestro cerebro se encarga mediante impulsos eléctricos, de enviar información a todas nuestras células, a través de nuestra columna vertebral.
Es como si dijéramos que
una célula vibra y su vibración va haciendo vibrar a todas las demás.
Si tu cerebro mandara una vibración desentonada (malos sentimientos) a tu cuer-po, la información podría ser errónea y destructiva.
Un ejemplo sería, cuando pones una guitarra frente a otra. Tocas una nota en una y se repite exactamente igual en la otra. Ese mismo procedimiento sería el de nuestras vibraciones.
Tenemos que controlar lo que pensamos y la información que metemos en nuestro cerebro, que es quien manda esos impulsos a nuestras células, en base a las emociones que estamos sin-tiendo.
Sabiendo esto, deberíamos tener siempre presente que si nuestros pensamientos o sentimientos son negativos, estaríamos desafinando o desentonando en la canción de la salud y el bienestar, consiguiendo así que nuestro sistema inmunológico y emocional se descontrole, atrayendo enferme-dades y tristeza a nuestra vida.
Tenemos que pararnos por un mo-mento y preguntarnos
¿Qué estamos atrayendo a nuestra vida
?
Respóndete a esta pregunta todas las veces que puedas y date cuenta que todo lo que nos pasa, es una consecuencia de nuestra forma de pensar y actuar.
La intención de este libro es sencilla y muy fácil de entender. Sólo quiero que reacciones y te des cuenta de lo que estás atrayendo a tu vida.
Piensa que ya todo está inventado desde hace tiempo, y que sólo tenemos que descubrirlo.
A medida que vayas leyendo empezarás a percibir cambios, ya que nuestro cerebro está en contante transformación, es decir, actuamos y pensamos según la última información que hemos entendido.
Podemos pensar que tenemos todos los obstáculos y problemas del mundo, y que son los que nos están impidiendo nuestra felicidad. Pero si tuviésemos un accidente y despertáramos con ?amnesia? (no recordar nada) todos se esfumarían. ¡Verdad...!
Eso demuestra que los sufrimientos que causan los problemas, sólo están en nuestra mente, y que no vamos a necesitar ningún cirujano para sacarlos, ya que sólo se necesita un cambio de actitud, que nos de la sabiduría y la fuerza para separar el problema del sufrimiento, pudiendo actuar así, si es necesario. Y si no, aceptarlo y seguir adelante disfrutando de lo que te ofrece el momento.
«Alégrate porque todo lugar es aquí y todo momento es ahora»
El futuro solemos imaginarlo según nuestro estado de ánimo. No deberíamos anticipar tanto los problemas.
«Piensa que la vida está formada por pequeños instantes»
De igual modo pasa con la edad. Hace poco oí como una chica de treinta y seis años le decía a otra:
¡Quién tuviera tus veintidós años ahora
!
A lo que le contesté: La única diferencia entre tú y ella está en tu mente, ya que si alguien te hace una hipnosis y te dice que tienes veintidós años, actuarías como ella sin ningún problema o diferencia.
Entonces ella sonrío y entendió que lo verdaderamente importante, es darnos cuenta que lo que pensamos y creemos, es