Esta publicación recorre las vueltas del camino por el que han transitado José Trujillo y Maruca Cabrera; desde su cuna en Vilaflor, su estancia en la década de los cincuenta en La Tarraza, Arona, y a partir de 1962 en la Casa del Conde, Granadilla de Abona. Nos muestra a dos personas anudadas a la tierra, a la agricultura, al cuidado de las cabras, a las que han ligado su vida. Sus narraciones nos descubren sus múltiples quehaceres, nos introducen en un conjunto de prácticas, muchas de las cuales se preservan en el recuerdo, atesoradas para que no se disipen en el olvido. Asimismo se anotan otras tantas labores, como el carboneo, trabajos en la mina o en la carretera, la recogida de la miel; y se cierra con un apartado sobre la trashumancia pastoril desde la costa a la cumbre, pero también la menos conocida, de la cumbre a la costa.