La muerte de una adolescente resulta inexplicable y del todo imposible de asimilar para su madre. Nadie cree que pueda haber algo oculto tras un aparente suicidio de una niña en teoría feliz. En nuestra sociedad actual de perfiles y vidas inventadas, esta trama policial a medias entre la novela negra y la reflexión sobre la desprotección de menores en internet, nos muestra cómo las redes sociales están siendo el gran bosque oscuro donde dejamos a nuestros hijos sin, a veces, la supervisión necesaria. ¿Criminales en la Red? ¿Bullying encubierto? ¿Un reto viral? Desde sus primeras páginas nos adentramos en el intento de desentrañar las causas de una pérdida narrada de forma tan dura como sensible a la vez.