Una joven acude a Hercule Poirot en busca de ayuda. Su padre, Amyas Crale, un famoso pintor, fue envenenado
hace muchos años, y su madre, juzgada y condenada por este crimen, murió en la cárcel. La muchacha fue enviada entonces
a Canadá con unos parientes, quienes la educaron y cambiaron el nombre.