Los cuerpos desnudos danzando junto a la hoguera, la preparación de filtros y ungüentos mágicos y la realización del ritual de la figurilla de cera son los componentes tradicionales de la brujería y de la hechicería. Un mundo esotérico que, durante varios siglos, se ha mantenido en el más profundo silencio, quizá porque las brujas y las hechiceras son muy reacias a comunicar sus artes maléficas o porque el temor todavía revolotea sobre nuestras cabezas.
En este sentido, La Brujería en Canarias supone un esfuerzo por adentrarse en las prácticas, leyendas y bailes de brujas, al tiempo que analiza las variaciones que sufre el ritual de curación del maleficio en la zona Norte de Tenerife.
Asimismo, se saca a la luz la guía íntima de brujas y hechiceras, en la que aparecen conjuros, hechizos y plantas con las que untaban sus cuerpos en las noches de aquelarre o preparaban el filtro del amor. Toda una serie de prácticas que hicieron que la Inquisición persiguiese y ejecutase a las que consideraba hijas de Lucifer, como se puede comprobar en esta obra cuyo principal objetivo es contribuir a un mejor conocimiento de uno de los capítulos más ignorados del folclore canario.