Los guerreros estaban preparados para un nuevo combate cuando Will, uno de los soldados, les dijo a sus compañeros: -¡Quiero ser reina! -¿Qué dices? -rieron algunos soldados. -¡Eso es imposible! -exclamó uno de ellos-. ¡En todo caso querrás ser rey! «Tanto da», pensó Will, y no volvió a mencionarlo. Pero estaba decidido: no pararía hasta conseguirlo.