Juan Carlos de Sancho lleva varios años elaborándolo porque los cuentos vienen de lugares secretos y también de situaciones cotidianas que a veces tardan en revelarse. Recuerda Juan Carlos que García Márquez decía que escribir novelas era como pegar ladrillos. Y que los cuentos son otra cosa, es un trabajo minucioso que tiene que ver con intuiciones, apariciones imprevistas que piden brevedad literaria: los cuentos son como el pico de un gorrión, cortos pero musicales.
Escribía Chejov que " la brevedad es hermana del talento; la escritura concisa es transparente ". No hablo de mi talento ( eso lo decidirá el lector ), pero si te puedo confirmar que es un trabajo muy complejo el comienzo y el final de un cuento, no te digo nada del intermedio, todo debe estar milimetrado, cada palabra es una escalón que lleva al argumento, ninguna sobra. La intensidad y la unidad interna son esenciales en un cuento, no tanto en la novela.
Dice Juan Carlos que evita voluntariamente dar la descripción minuciosa de un personaje. No pinta un retrato, no relata detalles íntimos de su vida y no ofrece al lector su biografía ni su historia previa. Le gusta extraer un momento , entresacado de un cúmulo de hechos fundamentales y ese momento simboliza un concepto, un mosaico de la vida, de lo improbable, incierto , complejo y fascinante que es casi todo.